En esta línea del camino del conocimiento, se abre genuina-mente sobre la condición humana, el momento del pensamiento donde la esencia del nosotros cobra sentido, mientras nos disponemos ligeros al encuentro mayúsculo con la sabiduría, que investigativa-mente hoy transitamos. Es así, como la pregunta  decanta, en el tiempo, el saber portado por el hombre crecido en la ofrenda mayor; que recibe, limpia, danza, canta y entrega la memoria viva como la luz que temprano aclara,  en el asombro,  las sendas creativas del originario conocer.