Los empresarios de la Hotelería, el Turismo y la Gastronomía, lo mismo que los cocineros y aprendices de cocina tienen un bajo reconocimiento y valoración de la cocina tradicional del Valle del Cauca, en especial, la región pacífica. Lo anterior, se evidencia en los menús que se presentan como oferta gastronómica donde no aparecen preparaciones tradicionales de la cocina pacífica en la cantidad que corresponda a la riqueza culinaria que se tiene en esta región. Una aproximación a esta situación nos dice que de 10 restaurantes de cocina del pacífico visitados en la ciudad de Cali, ninguno presenta preparaciones tradicionales con productos propios de la región. Las preparaciones presentadas están modificadas con productos diferentes a la región y las preparaciones no se ajustan a las recetas tradicionales.

Y, cuando se le pregunta a los aprendices de cocina acerca de los platos de la región pacífica, el máximo número que alcanzan a listar no llega a 10 (diez), que constituye un bajo porcentaje de la riqueza aproximada de la cocina tradicional de esta región. En esta dirección, el documento de: "Política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento de la alimentación y las cocinas tradicionales de Colombia", del Ministerio de Cultura de Colombia, dice: ...No es frecuente encontrar en los restaurantes una oferta de comidas tradicionales del país...." (2012, p.65).

Lo anterior, impide que la cocina tradicional de Colombia y sus regiones, entre ellas, la pacífica sea una alternativa económica, cultural y social con carácter de sostenibilidad para las comunidades rurales, para los empresarios de la gastronomía y para el sector Turístico y Hotelero del país.

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