Las cocinas de un país evolucionan a partir de sus cocinas tradicionales, en procesos de innovación y desarrollo tecnológico permanente, que les permite posicionarla en el ámbito internacional con identidad propia. No es posible que las cocinas nuestras puedan desplegarse en su riqueza y mostrarse al mundo, sin haber alcanzado la madurez de un fundamento propio, sin reconocer su arraigo o la población que les dio vida.

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Nuestra cocina colombiana por regiones es rica en diversidad de productos, abundante en preparaciones y explosiva en sabores. Sin embargo, es poco  conocida, divulgada y enseñada en los espacios educativos y en el mundo productivo. Las jóvenes generaciones de cocineros desconocen gran parte de los productos nativos de las regiones,  las semillas y yerbas autóctonas, las preparaciones  tradicionales y hasta los vocablos propios del mundo culinario de nuestro país.

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